Las elecciones catalanas están a la vuelta de la esquina, y si hacemos caso a los sondeos parece que nadie se hará con la ansiada mayoría absoluta. También se habla mucho de los pactos y de la necesidad de aliarse para poder gobernar en un territorio que gusta a más de uno. Todo apunta a un Artur Mas que saldrá victorioso aunque no mayoritario y se arrimará a aquellos de los que pueda extraer algún plan político, excluyendo eso sí al PP, como ya dejó bien claro ante notario.
El día de Todos los Santos será decidivo para los próximos 4 años en Cataluña. Artur Mas se ha propuesto como objetivo ganar las elecciones, y las encuestas parecen que le dan la razón con los escaños, aunque parece imposible que alcance los 68 que es la franja de la mayoría absoluta. Por otra parte está José Montilla que aunque pueda parecer que llegó rezagado a la campaña de Cataluña y donde la cara de Zapatero juega más protagonismo que la suya en las campañas, se sitúa como segundo candidato con más votos. El sucesor de Maragall parece que va ganado confianza para ser posible mano derecha de Artur Mas en lo que pactos se refiere.
Pero lo que sí que parece claro es que Carod Rovira, tendrá también un papel decisivo en estas elecciones. Aunque su imagen pare un poco desgastada siempre se mantiene al pie del cañón y con una sombra política grande y alargada. El PP con Josep Piqué e Inciativa per Catalunya con Joan Saura esperan mantener, como mínimo los escaños de las elecciones anteriores.
Nadie sabrá lo que pasará, aunque bajo mi punto de vista, estas elecciones se decidirán con pactos políticos y bajo un cielo que no se parece en nada al de hace tres años. En esta ocasión puede haber sorpresas y nuevas caras que combinen sus fuerzas políticas para gobernar. Y es que todo puede pasar dentro de dos días, porque como bien dicen "Catalonia is not Spain".
