1- La política: pasado, presente y futuro. Durante todo el libro el autor hace un recorrido por la historia de la política y de los gobernantes. Las curiosidades son el nexo en común en toda la historia por lo que hace que el lector pueda percibir que la política siempre ha servido no sólo para comunicar al pueblo sino para crear unas figuras políticas como los gobernantes que nunca dejan indiferente.
2- El que tiene boca se equivoca. Y los políticos no iban a ser menos. Anécdotas chistosas, comentarios jocosos y frases sin sentido pueblan los discursos de cualquier político que se precie. Por ello, es a estas personas a las que durante toda la historia a las que se las convierte en los verdederos protagonistas. Nadie se escapa de las críticas, desde los reyes, pasando por la Inquisición y terminando por nuestra historia más reciente.
3- El cronista como fuente de inspiración. Esta figura que todo lo ve se convierte en el mejor arma para plasmar lo que sucede en las sesiones políticas. El cronista es el verdadero protagonista de este libro y gracias a sus apuntes y a su dedicado trabajo por hacer constar en el Diario de Sesiones todo lo que los gobernantes decían en su turno de palabra. Hoy en día conocemos que las situaciones que se daban en la Cádiz de 1812 no distan mucho de lo que en algunas ocasiones sucede en la capital de España.
4- Ratas de biblioteca. El trabajo documental y de investigación que conlleva la realización de este libro es también una nota importante con la que quedarnos. Revisar los diarios de sesiones, las hemerotecas para poder descifrar de otra manera parte de nuestra historia más cercana, la historia de la democracia y de los primeros que creyeron en ella como vía del entendimiento y la convivencia.
5- La importancia de los periodistas. Aunque parece que nunca están, los profesionales de la información también son parte fundamental dentro de la recuperación de la historia. Las ansias por contar lo que pasaba entre las paredes del Congreso y acercar las vivencias que ellos experimentaran han hecho posible también que lleguen hasta nuestros días trozos de historia que se recopilan en los periódicos de hace un siglo. Las hemerotecas son una de las principales fuentes de los periodistas ya que nos hacen comprender la magnitud de las vivencias por la que nos interesamos, como es el caso del libro, las crónicas parlamentarias.
6- Bajo la sombra de la picaresca y el humor. La característica principal que encierra este libro es la necesidad del autor de trasladar un pedazo de historia política de España. Y qué mejor forma de hacerlo que a través de la ironía y del humor para enganchar al lector. El libro está dividido en anécdotas que siguen una cronología pero con objetivo común: enseñar parte de nuestro legado de una forma amena y divertida.
7- Lenguaje cuidado e ilimitado. La oratoria nació en la antigua Grecia con la intención de ser un instrumento para alcanzar prestigio y poder político. Y parece que las cosas, pasados muchos siglos, continúan de la misma manera. Durante toda la obra hemos visto unos políticos preocupados por la expresión y por complacer los oídos de sus compañeros. Hoy día estos sigue igual y muchos gobernantes toman la palabra y su discurso se convierte en un monólogo florido pero vacío de significado. Además a esto se le suma el timpo ilimitado con el que contaban anteriormente para exponer sus discursos. Esto ha cambiado pero una cosa está clara y es que la oratoria ha creado escuela.
8- El Diario de Sesiones como herramienta histórica. No sólo es utilizado para expresar lo que pasa hoy en día en las sesiones del Congreso. Antiguamente también se llevaba a cabo este trabajo que siglos después adquiere vital importancia. Sin estos escritos una parte de nuestro legado se perdería y no llegaría hasta estos días como una herramienta imprescindible para reconstruir la historia si como de un puzzle se tratara.
9- Los crónistas, los grandes incomprendidos. El trabajo de estas personas siempre ha sido el de trasladar lo que pasa en el hemicilo de una manera atractiva, que enganche a la sociedad. Pero por desgracia y con el paso de los años la información política ha ido perdiendo adeptos y las crónicas debían ser lo suficientemente buenas como para enganchar al público cada vez más crítico. Este trabajo como muchos otros ha perdido la importancia vital que antes tenía por el simple hecho de que la mayoría de los ciudadanos ya no creen las palabras de sus políticos.
10- Los políticos, los grandes protagonistas. Pero sin duda la obra de Carandell no podría existir sin la figura de los políticos que parace que han cambiado poco con el paso de los años. Discursos insulsos y enfrentamientos entre distintos líderes parece ser lo mejor que saben hacer desde que la democracia se cruzó en sus caminos. Ellos como siempre creen tener la razón ante un público como es la sociedad que sólo demanda un poco de entendimiento y solidaridad en lo que se refiere a sus derechos y deberes.
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